jueves, 13 de octubre de 2011

Los asados de marzo.



Servilleta de papel, arrugada, ya manchada.
Mesa con parkinson por una pata paticorti.
Terraza con plantas y manguera amarilla.
Sol epicúreo colgando del cielo.
Las botellas de vino parecen esculturas de malbec.
¿De mascota? Una tortuga de gran caparazón.
La sombra del quincho cae sobre nuestras cabezas
como la caricia de una mujer negra.
En el fondo el parrillero oficia la misa carnívora.
Fútbol, minas y política amenizan la espera.
Es domingo. Hay asado. 
La felicidad llega para quedarse.


Poema inédito de Roberto Achura.

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