La red social más exitosa es la que se forma alrededor de un asado.

No te lo podés bajar del emule ni se vende en itunes. Tampoco podés compartirlo por el Facebook. El asado exige el cuerpo a cuerpo a cuerpo, incluyendo en esta trilogía física a los amigos y al rumiante más sabroso del planeta: la vaca. El mundo virtual con sus cacharros 2.0 y otras yerbas no exhalan humo ni tienen jugo. Morfar es un placer de la vida real y no hay Bill Gates ni Steve Jobs que puedan cambiar esta hermosa realidad.
Por eso, amigos, brindemos con tinto del bueno, mirándonos a los ojos y sabiendo que siempre nos queda el refugio de la parrilla.

Imperdible documento higiénico.

Ustedes saben cómo es la inspiración, las musas no respetan ámbitos ni conocen la privacidad. El tema es que a Roberto se le aparecieron mientras estaba en el ñoba y ahí nomás pegó un grito salvaje, desesperado, y le pidió una Bic* al Turco Matelli, que presto se arrimó al inodoro con los ojos cerrados para alcanzársela. Hoy este humilde blog está orgulloso de poder mostrarles la obra que resultó de dicha anécdota. Gracias, Achura. Gracias, Turco Matelli por alcanzarle la birome.


*Ernestina Vega reveló en su ensayo sobre Roberto Achura, llamado "Un aplauso para el escritor", que una de la mañas del poeta era utilizar siempre una Bic negra.