jueves, 25 de agosto de 2011

Yogasado.



A Roberto Achura le encantaba llevar su amor a la carne hacia otros ámbitos de la vida. Justo antes de su triste deceso, Roberto estaba escribiendo una ambiciosa obra llamada “Yogasado. Panza y mente llenas de carne y paz”. En ella explicaba cómo la milenaria disciplina oriental podía fusionarse con el ritual de La Pampa y así, según sus propias palabras, crear una actividad completa, donde la meditación y la digestión convertían al ser humano en un ser pleno. Lamentablemente, el 17 de septiembre de 1997, cinco días después de su muerte, un par de pelafustanes vegetarianos entraron a su casa tapándose el rostro con una hoja de lechuga iceberg (le habían hecho dos agujeritos para poder ver) y quemaron las páginas de tan importante obra.

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