Importante grupo
financiero chino ofreció comprar el blog si cambiábamos la afición de Roberto
Achura; querían que en vez de ser un apasionado del asado fuera un apasionado
del arroz, y sugerían cambiarle el apellido: Cereal. Roberto Cereal.
La oferta era
tentadora en términos económicos pero fue rechazada con una simple palabra que
nos hace libres: no.
Desde este blog
queremos informar a nuestros seguidores que Roberto Achura no se vende, que no
somos parte del supermercado gigante del capitalismo. Somos el blog de un
hombre. Somos poesía. Somos brochetas de palabras que exaltan la vida de un
poeta que se animó a relatar lo no narrado: la pasión por la carne y la magia
que rodea al rito del asado; a describir la magnífica experiencia que acontece cada
vez que se prende el fuego.
Y hablando de
fuego, el de este blog está vivo. Acérquense. Hay asado y poesía para
rato.