Sí, el comandante Neil Armstrong fue el primer ser humano que pisó la superficie de la luna, pero Michael Collins (piloto) fue el que realmente tuvo el privilegio más importante: hacer el primer asado lunar. Michael vivió en la Argentina durante un año y se hizo aficionado a este manjar. Dentro de su traje de astronauta, y sin la autorización de la Nasa que prohibió la difusión de las imágenes, se llevó un costillar, cinco chorizos, dos morcillas y un chinchulín.
Luego de la trillada frase, Neil Armstrong dijo otra que no quedó en la memoria colectiva pero sí en la de Collins: “Muy rico, Collins, lo felicito. Ya estaba hasta las pelotas de comer cápsulas con sabor a pollo al spiedo”.
Luego de la trillada frase, Neil Armstrong dijo otra que no quedó en la memoria colectiva pero sí en la de Collins: “Muy rico, Collins, lo felicito. Ya estaba hasta las pelotas de comer cápsulas con sabor a pollo al spiedo”.